Cambiar los neumáticos, uno de los elementos de seguridad más importante de un vehículo, y el principal causante de tres de cada cuatro accidentes con víctimas, según la DGT, sigue siendo un quebradero de cabeza para muchos.
El nuevo etiquetado europeo, obligatorio desde hace año y medio, ha sido un paso adelante para ayudar a los conductores a familiarizarse con las prestaciones mínimas que deben reunir dichos neumáticos.
El precio y la marca siguen siendo factores determinantes en la compra, aunque en realidad deberíamos buscar los neumáticos que más se ajusten a las necesidades en función del uso que damos al vehículo.
Según el estudio “Cómo comprar un neumático seguro, que ahorre combustible y no contamine”, realizado por la Fundación CEA, algunos neumáticos baratos llegan a superar a las marcas más reputadas en eficiencia energética.
Conseguir la mayor adherencia posible en la frenada sobre una superficie mojada, el ahorro de combustible o su eficiencia energética son unos de los capítulos más importantes a la hora de cambiar las ruedas.
El consumidor debería saber que la distancia de frenado puede variar en 18 metros entre las ruedas que tienen la máxima nota (la A) y las que tienen la menor (G) en el etiquetado, que los neumáticos consumen uno de cada cinco depósitos o que muchas veces las marcas sacrifican el nivel de ruido para lograr una buena adherencia.
Estos son algunos de los factores a tener en cuenta a la hora de elegir los mejores neumáticos y los grandes fabricantes recomiendan siempre no pensar a corto plazo.